lunes, 30 de diciembre de 2013

La gasolina para 300 km en bici

300 km en bici por las montañas de Antioquia y Caldas. Esta fue la gasolina: primer desayuno huevos con arepa, quesito y aguapanela, un litro de suero y uno de agua, papa criolla cocida con sal, dátiles y almendras durante todo el recorrido. Dos jugos de naranja en La Felisa, otro litro de agua y otro de suero, barrita de granola y más dátiles mientras subiamos el calvario de Supia a Riosucio. Allí el almuerzo fue caldo de pescado, filete de róbalo con patacón, banano y arroz y un litro de guandolo. Recarga de caramañolas, litro de suero, más otro de agua y de bajada al cañon de Pipinta. De comida sopita de patacón, pollo con champiñones, papa, ensalada y jugo de maracuyá. Al otro día desayuno con calentao, carne, arepa, quesito y aguapanela; un litro de suero y uno de agua, preparando la subida de La Pintada al Alto de Minas, unos 42 Km. 5 horas aprox.En la mitad de la subida nuevamente recarga de líquidos, litro de suero, litro de agua y consumo de dátiles esporádicamente. Parada en Santa Bárbara, Malta con pan y Coca-Cola con pan. En Versalles otra parada Coca-Cola con Chocoramo y ya sólo faltaba media hora a Minas, 5 km más o menos. En Minas fue la última tanqueada con plato de mondongo, banano, aguacate, arroz, cilantro y limonada.

...y hoy un día después, el cuerpo me sigue pidiendo más.
 

jueves, 26 de diciembre de 2013

Empezando a despertar otra vez...

Ya no son 4 palabras, esta vez fueron más. Las suficientes como para mantener mi mente sin descanso toda la noche. Imagino cosas, momentos, pienso en su cara, en lo que me contó, en lo que no me contó, en lo que me contará si consigo ser su amigo. Bueno, más que amigo.
Doy gracias a la vida por haberme cruzado con ella.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

La calle de todos los días

Ya creo saber porque tengo tanto apego a esta calle; tal vez porque me ha visto reir y también llorar. Cada día me acompaña por 30 segundos de mi vida. Fue allí donde sentí que mi vida terminaba. Pero más  que la calle son sus árboles, los extraño, los miró, los saludo, ellos son mis amigos, siempre plantados en su sitio viéndome pasar.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Una noche antes de diciembre

Esa noche subí por la misma calle por la que subo todos los días, entre los árboles del barrio Lalinde en el Poblado. Decidí tomar la transversal inferior hacia San Lucas, pensaba ver los juegos pirotécnicos del Centro Comercial El Tesoro. Las primeras luces que vi  fueron los stops de los carros en fila, para ellos todo era quietud, para mi eran parte de la decoración de la calle. Llegué a San Lucas, un premio de montaña bastante corto pero lo suficiente para hacerte sentir vivo. Finalmente acercándome a la parte exterior de El Tesoro me encuentro con un grupo de personas sentadas en sillas de camping sobre una de las pocas aceras del sector. Me detengo en la bici y les pregunto si saben la hora exacta en que comienzan a tirar la pólvora. Su respuesta me hace pensar: bueno y qué hago hasta la 8:00 p.m. Decido ir a tomar algo por ahí cerca pero antes en tono de charla le pido a quienes estaban sentados que me guarden un puesto y ellos amablemente entre risas me responden - Aquí se lo cuidamos pero traiganos una gaseosa. Y de esa forma conseguí compañía para disfrutar de esas luces que daban comienzo a la época de navidad.  

domingo, 27 de octubre de 2013

Caminando me conozco

Cuando caminamos  nos damos cuenta que tenemos un cuerpo que se cansa, suda y que necesita alimentarse; es ahí cuando nos reconocemos. Cuando se camina se va lento y esto favorece los encuentros.
Esto fue algo que le escuche decir a Memo Ángel y que vale la pena grabarlo.

martes, 28 de mayo de 2013

jueves, 25 de abril de 2013

Pensando en la publicidad para el 2019

Cuál será el nuevo rol de las marcas en una sociedad que deberá bajar sus niveles de consumo si quiere dejar de lastimar al planeta?

El mercadeo y la publicidad tendrán que repensar su finalidad ya que aumentar las ventas ya no será un objetivo, al menos para algunas categorías del mercado; ya no se podrán vender las mismas cantidades de automóviles que antes. Entonces qué mensajes deberán enviar las marcas y para qué lo seguirán haciendo?. Tal vez las marcas deberán volverse movimientos casi religiosos que buscarán impulsar estilos de vida sostenibles con el medio ambiente. Los consumidores "castigarán" aquellos productos, marcas y/o empresas que no lo hagan.

Con este panorama diría en mi humilde opinión que los publicistas deberemos ser más psicólogos, más antropólogos y por qué no filósofos para saber orientar una nueva sociedad, con nuevos valores, que buscará volver a vivir desde lo simple.

Es posible que todo esto que escriba sea solo una ilusión propia de cómo deberían ser las cosas en el 2019.